lunes, 12 de enero de 2015

Disfrutando una profesión

   La peluquería canina fue una profesión que descubrí gracias a dos casualidades de la vida o a un cúmulo de varias de ellas. Empezaré diciendo que asistí a mi primera expo canina con una cocker spaniel inglés negra llamada Nina. Fue un día lleno de descubrimientos, el día anterior una amiga que tenía un perro de show arregló a mi perrita para que pudiera asistir en condiciones. Nunca olvidaré los nervios de esa primera vez, como disfruté viendo perros por doquier y saborear un mundo hasta entonces desconocido para mí.
   Entonces comenzó mi campaña por tener un perro de expo, corría el año 1994, y mi abuela fue mi víctima económica, nunca olvidaré que ella fue la que me permitió entrar en un mundo que adoro, con gente fantástica, descubrir una profesión que amo y tantas cosas.....
   Recuerdo que mi madre y mi chico me acompañaron a recoger a Sesa Barrila, hija del gran Cosalta Hocus Pocus, a Badajoz. La emoción de todo el viaje, llegar y vernos por primera vez y la ternura de la vuelta con ella en brazos. Era un sueño hecho realidad. Cuando llegamos a Córdoba corrí a enseñársela a mi abuela.
   Fue ella la que me hizo aprender a pelar perros, porque no había peluqueros en Córdoba capaces de arreglarla para expo, y salir fuera de mi ciudad era impensable por mi triste economía ya que aún tenía una paga jajajaajaa, que tiempos por dios......En realidad aprendí a pelarla a ella sólo, compré el material necesario aconsejada por una amiga y........con muchos sudores y dudas para no trasquilarla todo comenzó.
   Poco después pelaba tb a mi otra perrita y al Schnauzzer gigante de mi chico, leí durante horas todo lo que caía en mis manos, compré libros sobre las razas que me gustaban, casi todas de pelo duro. Practicaba con los perros de todos mis amigos del parque....jajajaja....ciertamente eran amigos, de otro modo no habrían dejado que me acercara a menos de un metro de sus perros armada con mis tijeras y mi máquina. Durante al menos cuatro años asistí a exposiciones caninas por toda España con Kitty, así se llamaba mi nena. Era algo inevitable pararme junto a las mesas de los expositores y ver como arreglaban a sus perros....que cariño ponían a esas bellezas, como disfrutaban los perros de su acicalamiento... y cuan espectaculares eran sus acabados. Ahora vemos en las expos muchas más razas, pero por aquel entonces para mí era inaudito ver un Caniche gigante, un Terranova, Scottish terrier......y otras muchas que por aquí era ver un grajo blanco.
Durante esos años compré libros y los devoré, estaba ansiosa por aprender una profesión que me permitiera pasar el mayor tiempo posible con perros, siempre han sido mi vocación y mi pasión, y......lo conseguí, pero eso fue algo más tarde........